Japón se desacelera, pero su racha de expansión económica es la más larga desde los ‘80
El gasto de los consumidores y la inversión empresarial fueron los motores de los últimos tres meses del año. En 2017, el PIB avanzó 1,6%, frente a un 0,9% en 2016.
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El primer ministro japonés Shinzo Abe tiene razones para sonreír. La economía se desaceleró en el último trimestre de 2017, pero el 0,5% de crecimiento anualizado sirvió de todos modos para sumar dos años de crecimiento ininterrumpido, la racha de expansión más larga desde el auge que se registró en la década de los ‘80.
El impulso en el cuarto trimestre fue el gasto de los consumidores, que aumentó un 0,5% frente al período anterior, después de una caída del 0,6% en el tercer trimestre. Eso estuvo por encima de la estimación de 0,4%. La inversión empresarial, por su parte, aumentó 0,7% con respecto al trimestre anterior, después de una baja de 1%. En el tercer trimestre, el Producto Interno Bruto anualizado había avanzado 2,2%.
“El crecimiento en el último trimestre fue muy bajo comparado con el período de la burbuja (años ‘90), pero la economía es lo suficientemente sólida”, dijo Takeshi Minami, economista jefe de Norinchukin Research Instite.
“Hay preocupaciones persistentes sobre el consumo pero podemos esperar que la economía se recupere aún más si el alza de salarios ‘shunto’ es mejor que en los años anteriores”, dijo, en referencia a las negociaciones colectivas entre las direcciones y los empleados que se celebran cada año en primavera.
En teoría, el plan de reactivación de Abe queda así más cerca de vencer décadas de estancamiento. El largo período de crecimiento es alentador para el Banco de Japón (BoJ, su sigla en inglés), ya que sugiere que el impulso podría elevar los precios al consumidor hacia su meta de 2%.
“Las cifras principales son algo más débiles que lo esperado, pero eso no es algo demasiado preocupante”, dijo a Reuters Yoshiki Shinke, economista jefe del Dai-ichi Life Research Institute. “El gasto de capital y el consumo están mejorando. Las exportaciones también son sólidas. Otros datos recientes también son fuertes. Es seguro decir que la economía está en muy buena forma”.
En el año 2017, la economía se expandió 1,6%, frente a un 0,9% en 2016.
El fuerte crecimiento en los últimos trimestres y el aumento de los rendimientos de los bonos mundiales han alimentado la especulación de que el BoJ pronto seguiría a sus pares mundiales en la normalización de la política monetaria, quizás dejando que aumente su objetivo de rendimiento.
Esas expectativas han sido impulsadas, en parte, por las preocupaciones sobre la sostenibilidad del estímulo del BoJ. Los crecientes rendimientos globales han desafiado sus esfuerzos por mantener el rendimiento de los bonos japoneses a diez años en torno al 0%. El banco central posee alrededor del 40% de los bonos del gobierno japonés en circulación, y su balance general se ha incrementado a casi el tamaño de la economía de US$ 5 billones del país.
Motivos para la cautela
Pero las autoridades saben que no hay que cantar victoria todavía. “La fortaleza renovada del yen no afectará inmediatamente el crecimiento económico o la actividad empresarial, pero podría aliviar las presiones inflacionarias”, dijo a Bloomberg Junko Nishioka, economista jefe de Sumitomo Mitsui Banking. “El hecho de que esto podría prolongar el período de flexibilización del Banco de Japón es cada vez más lejano”, agregó.
El informe se publica después de que el gobierno de Abe decidió nominar a Haruhiko Kuroda para un segundo mandato como titular del BOJ, una señal de que su política monetaria “ultraflexible” permanecerá vigente. Sin embargo, aún hay dudas que pesan sobre los inversionistas en torno a quiénes podrían conformarán el equipo de trabajo de Kuroda.
Asimismo, la ausencia de datos sobre un efecto de inflación -en su informe del PIB- y una baja en los salarios reales en el último trimestre, resaltan los desafíos que aún enfrenta el BOJ por fomentar un ciclo virtuoso de crecimiento, gasto de los consumidores e inversión empresarial, un elemento clave de la política conocida como “Abenomics”.
Racha sólida
El ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, Toshimitsu Motegi, dijo que la actual racha de crecimiento es sólida en comparación con la volátil “burbuja” de expansión de la década de los ‘80.
En ese período, en el cual las bajas tasas llevaron a la especulación inmobiliaria y bursátil, el índice bursátil Nikkei tocó un máximo de 40 mil puntos en 1989, casi el doble de la cota actual.
Después, la burbuja explotó a inicios de la década de los ‘90 desatando un periodo de bajo crecimiento conocido como “las décadas perdidas”.
“En comparación con la economía de la burbuja, el sector corporativo japonés es muy cauto en sus inversiones, en otras palabras los indicios de una burbuja están contenidos, en relación a hace 30 años”, dijo Junko Nishioka, economista jefe de Sumitomo Mitsui Banking, a la agencia AFP.